Un ciclo se cierra

cierre

En estos últimos días del año es momento de volver la vista atrás y hacer balance del 2016. Un año de cambios, proyectos, alegrías y mucha ilusión donde también han habido momentos de miedo, angustia y tristeza.

Un año que comencé con el propósito de realizar la formación en Arteterapia Humanista, de aprender y crecer a pesar de las dificultades que ello implicaba, y es que cuando se quiere algo no hay nada que lo impida (ni el tiempo ni la distancia).

Cierro este ciclo orgullosa, agradecida y satisfecha. Orgullosa de mí y de mis compañeras de camino. Agradecida a todas ellas, a El Recreo y al Centro de Arteterapia Humanista de Madrid, y  sobre todo, a mi pareja por apoyarme y adaptarse este año para que pudiera realizar esta formación. Satisfecha de los obstáculos superados, de haber sabido enfrentarme a mis miedos, de haber encontrado mi luz propia, de haber vaciado mi mochila pesada, de decir adiós a quien necesitaba y de haber crecido y aprendido un poco más en este camino de la vida.

Gracias 2016 por tanto, por poner a estos bellos girasoles en mi camino, unos girasoles valientes, llenos de luz y energía. Me llevo mi mochila cargada y preparada para los nuevos retos del próximo año.

Ahó!.